El Estilo Paranoico de Debate
Los estadounidenses, especialmente los pertenecientes a la extrema derecha, siempre han sido dados a las teor铆as de conspiraci贸n. Desde el asesinato del presidente Kennedy hasta el aterrizaje en la luna de Neil Armstrong y el agregado de fluoruro al agua potable, las teor铆as desorbitadas y sin fundamento forman parte de la experiencia pol铆tica estadounidense. El historiador Richard Hofstadter, en un ensayo escrito en 1965, describi贸 este fen贸meno con una frase que fue famosa: "el estilo paranoico de la pol铆tica estadounidense".
El estilo paranoico tuvo una vuelta espectacular a la atenci贸n p脷blica en la d茅cada de 1990, cuando el entonces incipiente movimiento miliciano aprovech贸 un discurso del primer presidente Bush acerca de un "nuevo orden mundial" posterior a la Guerra Fr铆a para sugerir que Bush en realidad se refer铆a a que Estados Unidos iba a ser capturado por fuerzas nefarias del "gobierno mundial". Los denominados "patriotas" tambi茅n especularon con que estaban siendo espiados por "helic贸pteros negros", que una m谩quina clim谩tica secreta situada en Bruselas estaba arruinando las granjas estadounidenses, que las Naciones Unidas planeaba asesinar a cuatro quintos de los estadounidenses, y as铆 sucesivamente.
Desde el comienzo del movimiento antiinmigratorio contempor谩neo, a fines del milenio, surgi贸 una nueva serie de teor铆as de conspiraci贸n. Alentados por grupos paranoicos de extrema derecha como la John Birch Society (JBS), que en una oportunidad acus贸 al presidente Eisenhower de ser un comunista secreto, estas teor铆as reviven los temores milicianos a que los Estados Unidos pierdan su soberan铆a a manos de distintas potencias extranjeras. Sin embargo, al igual que numerosos complots alegados por los ide贸logos milicianos, dichos complots son s贸lo fantas铆as.
La 'Uni贸n Norteamericana'
Desde 2005, la teor铆a conspirativa dominante que animaba al movimiento antiinmigratorio ha sido la denominada "Uni贸n Norteamericana" descrita como una conspiraci贸n para entregar la soberan铆a de los Estados Unidos en una fusi贸n planificada con Canad谩 y M茅xico. Por lo general, se dice que los conspiradores son distintos l铆deres extranjeros, el presidente George W. Bush y sus aliados "neoconservadores", as铆 como una serie de l铆deres liberales estadounidenses.
Si debe creerse a la John Birch Society (JBS) y otras que impulsan esta teor铆a, el presidente Bush comenz贸 a ceder la soberan铆a estadounidense el 23 de marzo de 2005, en una reuni贸n llevada a cabo en Waco, Texas, con el primer ministro canadiense, Paul Martin, y el presidente mexicano, Vicente Fox. La reuni贸n finaliz贸 con la firma de lo que se denomin贸 Alianza para la Seguridad y Prosperidad (SPP, por sus siglas en ingl茅s), que estableci贸 una serie de grupos de trabajo para estudiar la cooperaci贸n en el transporte, la energ铆a, la aviaci贸n, el medio ambiente y m谩s.
La mayor铆a de las personas que conocen la SPP entienden que es un intento benigno y lento cuyo objetivo es coordinar las pol铆ticas de comercio y de seguridad para mejorar la vida de los ciudadanos de los tres pa铆ses. Pero para los te贸ricos de la conspiraci贸n, es un complot como resultado del cual M茅xico enviar谩 millones m谩s de sus ciudadanos a los Estados Unidos, seg脷n el cual unos tribunales internacionales invalidar谩n a la justicia estadounidense, leyes contra el crimen de odio enviar谩n a prisi贸n a los predicadores cristianos que se oponen a la homosexualidad, y m谩s. Se dice que entre los conspiradores se incluyen el terror miliciano del Consejo de Relaciones Exteriores y supuestamente est谩n dirigidos por el profesor de la American University, Robert Pastor.
脷ltimamente, la paranoia acerca del proceso de la SPP se ha vuelto tan intensa que una autopista propuesta para unir Canad谩, M茅xico y Estados Unidos es considerada parte de las maquinaciones malignas, y como consecuencia de ellas el gobierno mexicano terminar谩 apoder谩ndose del puerto clave del r铆o Mississippi en Kansas City. Otros te贸ricos de la conspiraci贸n temen que una nueva moneda, el "Amero", desplace a los antiguos y buenos d贸lares americanos.
La l铆der en "educar" al p脷blico acerca de la Uni贸n Norteamericana (NAU, por sus siglas en ingl茅s) ha sido la JBS, seg脷n la cual "los pol铆ticos y los internacionalistas" en los Estados Unidos est谩n "destruyendo efectivamente los Estados Unidos". De hecho el grupo, que durante un largo tiempo estuvo latente, fue reanimado por la teor铆a, y design贸 a la escritora Mary Benoit para escribir sobre dicha teor铆a sin descanso en la revista de la JBS, The New American. JBS se ali贸 en esta cuesti贸n a Howard Phillips, l铆der del Partido de la Constituci贸n de tendencia antiinmigratoria, y agreg贸 al l铆der nativista Chris Simcox del Minuteman Civil Defense Corps (Cuerpo miliciano de defensa civil Minuteman) como portavoz.
Pero la JBS no es la 脷nica en absoluto. Un sitio en Internet dirigido por Daneen Peterson, llamado stopthenorthamericanunion.com, denuncia que la NAU es un complot impulsado por "una conspiraci贸n del gobierno con el objetivo de destruir nuestra soberan铆a" y lanza acusaciones de "TRAICI贸N". Jerome Corsi, autor del famoso libro en el que atac贸 al candidato presidencial 2004 John Kerry con respecto a su servicio en Vietnam, afirma que el presidente Bush tiene una "agenda secreta", y agrega que "es posible que se est茅 produciendo un golpe de estado en la rama ejecutiva". El cofundador del Proyecto Minuteman, Jim Gilchrist, quien recientemente fue coautor de un libro junto con Corsi, indica que la NAU es "una daga apuntada al coraz贸n de los Estados Unidos". La activista cristiana de derecha Phyllis Schlafly, directora de Eagle Forum, se ali贸 a Phillips, Corsi y otros con el objetivo de solicitar una investigaci贸n en el Congreso y la divulgaci贸n de documentos secretos.
La teor铆a ha llegado a tomar protagonismo. El congresista en representaci贸n de Colorado Tom Tancredo exigi贸 que se ponga fin a la SPP, e insisti贸 en que la teor铆a de la NAU no se limita a "chiflados de derecha". Otros conservadores del Congreso se han unido a una "Coalici贸n para bloquear la NAU", dirigida por el congresista en representaci贸n de Carolina del Norte Virgil Goode. El presentador de CNN Lou Dobbs ha dedicado varios segmentos a esta cuesti贸n, e informa a su audiencia que la NAU es un "gobierno fantasma" que deber铆a preocupar a todos los estadounidenses.
Pero lo m谩s sorprendente es que la teor铆a haya gozado de tan amplia aprobaci贸n legislativa. Al cierre de esta edici贸n, las c谩maras de representantes de 18 estados hab铆an aprobado resoluciones en oposici贸n al supuesto plan NAU. En Idaho y Montana, los senados estatales sumaron sus voces, y esto trajo como consecuencia resoluciones legislativas oficiales.
La Administraci贸n Bush prepar贸 una tibia campa帽a de defensa, a trav茅s de una p谩gina en Internet el a帽o pasado sobre "Mitos y verdades de la SPP", que se帽ala que nada de la SPP afecta la soberan铆a ni la Constituci贸n de los Estados Unidos. Por su parte, el comentarista conservador Michael Medved censur贸 la "histeria cada vez mayor" causada por "un grupo desvergonzado de locos y fracasados, sinverg眉enzas, mani谩ticos, demagogos y oportunistas".
El Plan de Aztl谩n
Hasta que la teor铆a conspirativa de la NAU la descart贸, la denominada conspiraci贸n de Aztl谩n era el temor dominante que poblaba las mentes de los nativistas paranoicos. Pregonada m谩s intensamente por dos grupos de odio 鈥攍a Coalici贸n de California para la Reforma Inmigratoria, dirigida por Barbara Coe, y American Patrol, conducida por Glenn Spencer鈥� esta teor铆a tuvo una circulaci贸n tan amplia que Dobbs, de CNN, inform贸 sobre ella en forma categ贸rica.
La teor铆a est谩 basada en el "Plan Espiritual de Aztl谩n", un documento real adoptado en 1969 en la Primera Conferencia Nacional de la Juventud de Liberaci贸n Chicana, que se origin贸 en el grupo estudiantil MEChA (Movimiento Estudiantil Chicano de Aztl谩n). El plan, un documento radical que reflejaba el esp铆ritu de la 茅poca, convocaba a los chicanos (estadounidenses de origen mexicano) a "reclamar la tierra donde nacieron" y a unirse en la lucha para combatir "la opresi贸n, la explotaci贸n y el racismo". A脷n es citado de vez en cuando por un pu帽ado de activistas chicanos de izquierda en California como un documento v谩lido y como plan de acci贸n.
Sin embargo las fuerzas nativistas, entre ellas una mayor铆a probable de 250 nuevos grupos antiinmigratorios que han surgido en los 脷ltimos dos a帽os, no consideran al Plan Espiritual como una reliquia de la contracultura de la d茅cada de 1960. Para ellos constituye el documento fundador de una conspiraci贸n genuina, aprobada y apoyada por M茅xico, y en algunas versiones, por la mayor铆a de los estadounidenses de origen mexicano. Ha sido descrito como un plan expl铆cito para "reconquistar" los siete estados del suroeste e integrarlos a M茅xico.
