'Intenciones Siniestras'
A mediados del a帽o pasado, Jim Gilchrist, uno de los arquitectos principales del movimiento nativista moderno, parec铆a un hombre lleno de arrepentimiento.
A mediados del a帽o pasado, Jim Gilchrist, uno de los arquitectos principales del movimiento nativista moderno, parec铆a un hombre lleno de arrepentimiento.
"En retrospectiva, si hubiera visto esto, si hubiera tenido una bola de cristal para ver lo que iba a pasar... 驴Soy feliz? No", dijo Gilchrist a Orange County Register el pasado 25 de junio. "驴Estoy feliz por el resultado de todo este movimiento? Estoy muy, muy triste, muy decepcionado".
Han pasado poco m谩s de tres a帽os desde que Gilchrist y Chris Simcox, un maestro de jard铆n de infantes devenido en neo pistolero del Lejano Oeste, hab铆an coorganizado el Minuteman Project (proyecto de soldados en estado de alerta), una operaci贸n de "patrulla fronteriza de civiles" en la frontera de un mes de duraci贸n, en abril de 2005. Convoc贸 a unos cientos de voluntarios, goz贸 de sensacionalismo publicitario internacional e inspir贸 a un mont贸n de imitadores de baja cala帽a cuyos m茅todos pol茅micos y ret贸rica militante superaron r谩pidamente la visi贸n original de Gilchrist: jubilados en mecedoras vigilando con calma la frontera.
"Hay todo tipo de organizaciones que han surgido del Minuteman Project y, debo decir, que algunas de las personas que han ingresado en este movimiento tienen intenciones siniestras", dijo Gilchrist.
Jim Gilchrist ten铆a raz贸n. Aunque el n煤mero total de grupos anti-inmigraci贸n ha permanecido m谩s o menos igual en los 煤ltimos a帽os, el n煤mero de grupos extremistas dentro del movimiento nativista ha seguido aumentando. Seg煤n un recuento del Southern Poverty Law Center, el n煤mero de grupos "nativistas fan谩ticos" en EE.UU. aument贸 de 144 en 2007 a 173 el a帽o pasado, un aumento del 20%.
Las organizaciones identificadas por Intelligence Report como nativistas fan谩ticos son grupos que van en pos de las personas, no de las pol铆ticas. En lugar de limitarse a abogar por su causa dentro del proceso pol铆tico general, en busca de mayor seguridad en las fronteras, controles de inmigraci贸n m谩s estrictos o una aplicaci贸n m谩s firme de las leyes inmigratorias que ya existen, estos grupos secundarios apuntan y confrontan a los inmigrantes como individuos.
Algunos dirigen "patrullas fronterizas de civiles" armadas. Otros confrontan a los inmigrantes latinos congregados en centros de trabajo temporal o puntos de recogida informales al borde de la carretera. Algunos llevan a cabo la vigilancia de casas de apartamentos y hogares privados. Casi todos ellos difunden una propaganda despiadada de ataque a inmigrantes.
Sin embargo, los grupos extremistas nativistas no presentan un frente unificado. Como otros movimientos de la derecha radical, el suyo est谩 plagado de luchas internas, enfrentamientos por protagonismos y acusaciones de fraude realizadas por ex aliados. "Recibo m谩s correos insultantes de miembros de mi propio movimiento, los denominados Minutemen, que de las personas que est谩n a favor de abrir las fronteras", dijo Gilchrist a The New Republic en agosto. Se quej贸 de la existencia de "agitadores con trastornos de la personalidad y tendencia a la delincuencia" que usurpan la causa.
Gilchrist se vio enredado en una controversia y batallas legales el a帽o pasado, despu茅s de que los miembros de la junta del Minuteman Project lo acusaran de apropiarse de m谩s de $400,000 en donaciones. Su organizaci贸n perdi贸 cinco 贸rdenes. Mientras tanto, el Minuteman Civil Defense Corps, un grupo surgido de la organizaci贸n principal, liderado por Simcox, ha alcanzado m谩s del doble de sus 贸rdenes, de 34 a 78, por lo cual ahora es la organizaci贸n Minuteman m谩s extendida geogr谩ficamente en el pa铆s. Este aumento ocurri贸 pese a las acusaciones persistentes de incorrecciones en la recaudaci贸n de fondos realizados contra Simcox por ex funcionarios nacionales de MCDC y l铆deres de la orden del estado, junto con una marcada ca铆da en las operaciones de frontera existentes realizadas por el MCDC.
Muchos otros grupos de nativistas fan谩ticos 鈥揺n especial la Federal Immigration Reform and Enforcement Coalition (FIRE), que aument贸 de dos 贸rdenes en 2007 a 14 el a帽o pasado鈥� se alejaron claramente de las fronteras y, en cambio, confrontan a inmigrantes con protestas agresivas en 谩reas de trabajo temporal, que son m谩s seguras, m谩s cercanas a sus hogares y no exigen pasar d铆as calurosos y noches fr铆as en el desierto.
Una excepci贸n a esta tendencia fueron los obstinados nativistas apostados en los p谩ramos cercanos a Campo, California. Desde fines de 2005, los Campo Minutemen y distintos grupos afines han mantenido una presencia muy organizada y fuertemente armada en una zona de concentraci贸n de contrabando de drogas y personas, a aproximadamente 60 millas al sureste de San Diego. Mientras que las operaciones de las patrullas fronterizas del Minuteman Project originales y las posteriores patrullas armadas para la televisi贸n se realizaron en 谩reas con mucho tr谩nsito o muy pobladas que los organizadores saben que evitan los coyotes y camellos de drogas, los Minutemen en las afueras de Campo escarban en las posiciones remotas y secretas del territorio peligroso. La operaci贸n de Campo es un im谩n para los partidarios fervientes del movimiento, muchos de los cuales se sienten marginados por la elecci贸n de Barack Obama y la derrota de los candidatos anti-inmigraci贸n en las elecciones del a帽o pasado, que tal vez los vuelvan m谩s vol谩tiles que nunca.
"Yo mismo tendr铆a cuidado de ir a la frontera en este momento", dijo Gilchrist dijo a The New Republic. "Me preocupa qu茅 har铆an [los Minutemen] con un arma de fuego".
El a帽o pasado termin贸 con una situaci贸n bizarra para el movimiento de fan谩ticos nativistas cuando Shawna Forde, l铆der de un peque帽o pero ambicioso grupo llamado Minuteman American Defense, inform贸 que hab铆a sido v铆ctima de una invasi贸n a su hogar el 29 de diciembre, perpetrada por un tr铆o de hombres hispanohablantes que la emboscaron en su cocina, le pegaron hasta dejarla inconsciente, la atacaron sexualmente, le cortaron la nuca con un cuchillo y luego escribieron "13" en su piso con un marcador negro. Ella dijo que el n煤mero 13 hac铆a aparentemente referencia a una pandilla callejera latina internacional ultra violenta llamada Mara Salvatrucha, o MS-13.
Algunos l铆deres de grupos rivales no creyeron la historia de Forde, que estaba bajo investigaci贸n en el momento en que se public贸 este art铆culo. Ante todo, su esposo, del que se ha separado, recibi贸 un disparo exactamente una semana antes en el mismo hogar donde ella report贸 la violaci贸n. Luego, el 15 de enero, Forde le dijo a la polic铆a que un hombre, al que no pod铆a describir, le hab铆a disparado en el brazo en un callej贸n a dos cuadras de su casa.
"Los peque帽os rasgu帽os que ella reporta por medio de fotos en sus brazos y cuello parecen demasiado leves para un ataque con cuchillo, demasiado suaves para el accionar del MS-13", escribi贸 William Gheen, l铆der de Americans for Legal Immigration, en un correo electr贸nico masivo a los miembros de su grupo. "驴Por qu茅 el MS-13 pasar铆a de asesinatos brutales y decapitaciones a moretones y rasgu帽os leves que parecen hechos con un sujetapapeles? Si esta historia es un enga帽o y una forma de llamar la atenci贸n, podr铆a ser algo muy vergonzoso para nuestro movimiento y causa".
